Testimonio De tormentas, árboles y raíces…
En la página Testimonios de esta web se pueden leer extractos de testimonios que llegan de l@s participantes en los programas de mindfulness, talleres o grupos de práctica. En estas semanas de verano, ha llegado un testimonio extenso de Inma que os dejo completo aquí en el blog. Inma realizó el programa de Mindfulness para la Salud MBPM relacionándose con una circunstancias muy difíciles debidas a un accidente, sin poder caminar y con dolor, lo que le impidió realizarlo fuera del domicilio. Las sesiones y prácticas las llevamos a cabo, semana a semana, en su domicilio.
Quizás el conocer su experiencia, cómo en esas circunstancias la ha ayudado la práctica de mindfulness, pueda ser beneficioso para quien lo lea, incluso pueda llevar a alguien que pase por aquí a buscar información o decidirse a introducir la práctica de mindfulness en su vida cotidiana o incluso a participar en el programa de Mindfulness para la Salud MBPM u otros programas similares. Gracias a Inma por ello y por su confianza, acompañarla fue y sigue siendo, en los días de práctica juntas, un sendero de aprendizaje, también para mi…
«Quiero dar las gracias en primer lugar a María José, que me ha dado la gran oportunidad a acercarme a la práctica del Midfulness, por acompañarme y apoyarme en este camino, por darme las herramientas para practicar a diario y por compartir conmigo la experiencia. Muchas gracias por tu tiempo, tu dedicación y tu cariño.
Llegué al curso de Mindfulness para la Salud en un momento en el que estaba pasando por mucho dolor, frustración, impotencia debido a un accidente de moto que se produjo hace tres años y medio y que me ha tenido en silla de ruedas. El punto de partida era una mezcla de sensaciones muy negativas. El rechazo al dolor, el miedo y el sufrimiento me metía en una espiral de la que no era capaz de salir.
Mi experiencia a día de hoy ha sido muy positiva, mediante la práctica poco a poco fue cambiando primero mi postura ante el dolor y otros aspectos de mi vida después. Mediante la práctica, primero prestando atención a mi cuerpo, a la respiración, a los sentidos y al momento presente, empecé a percibir, mediante la observación, que todo cambia, las sensaciones no son estáticas, las emociones también cambian.
Yo no soy solo mi dolor y prestando atención al dolor pude ver que no siempre tiene la misma intensidad, que me podía apoyar en herramientas iniciales como son el ancla de la respiración y las sensaciones del cuerpo para aceptar mejor las cosas, tener una conciencia más abierta para poner en práctica también la autocompasión y abrirme más al entorno.
He caminado como principiante con herramientas que todos tenemos ahí, que no las prestamos atención y que nos ayudan a volver a lo que somos, que nos acompañan siempre, que nos ayudan a desengancharnos de nuestra obsesión en estar en modo hacer y con el piloto automático siempre puesto. Nos ayudan a volver a nuestros sentidos y valorar otras pequeñas cosas que a diario nos pasan desapercibidas.
He aprendido a aceptar mejor las cosas, a volver al presente y percibir también momentos felices en cosas cotidianas que antes no observaba, no me paraba a mirarlas, olerlas, escucharlas, dejar que fluyan…
Mi dolor no ha desaparecido, está ahí, pero lo afronto de forma distinta, rechazarlo no hace que desaparezca, al contrario, se intensifica y aumenta la frustración. La distinta manera de afrontarlo, de una manera más compasiva, sí hace que al observarlo, no siempre sea igual, aceptarlo hace que a veces se mitigue y también que deje pasar y percibir otras sensaciones menos desagradables. Nunca sabes lo fuerte que eres, hasta que esa es tu única opción.
Acabé el curso de 8 semanas antes de someterme a la última intervención quirúrgica y sí noté diferencia respecto a los anteriores ingresos. Mi recuperación fue más rápida, era mejor mi estado anímico y la forma de enfrentarme al dolor, por lo que sí he podido ver las ventajas de la práctica del Mindfulness.
Actualmente sigo en este camino, incorporando la práctica a mi día a día .., mis rumiaciones siguen y los dolores van y vienen, pero ahora tengo herramientas para hacer esos momentos más llevaderos y poder volver a mi presente, a mi realidad, a incorporar también las cosas positivas , no solo lo negativo.
Para terminar, dos frases que me gustan para hacer frente a las dificultades:
“Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”
«Las tormentas hacen que los árboles tengan raíces más profundas»
Inma»