Dos lobos
En esta historia, citada por Burch y Penman (2016), que quizás conozcas, se alude a dos lobos dentro de nosotros: el lobo blanco y el lobo gris… ¿A cuál alimentamos?
Con la práctica de la atención consciente, nos inclinamos hacia el modo ser, el modo de calma y satisfacción, en medio de las circunstancias de cada instante, ser conscientes, estar atentos, elegir el alivio del sufrimiento en lugar de alimentarlo, momento a momento… dejar de alimentar el lobo gris, y alimentar el lobo blanco…
“Era un fresco día de otoño en las Grandes Montañas Humeantes. Un grupo de niños cheroquis se había congregado, curiosos y emocionados, en torno a un anciano. Horas antes había estallado una pelea y habían llamado al anciano para que dirimiera la controversia. Los niños estaban muy interesados de lo que diría el anciano.
¿Por qué se pelea la gente? –preguntó el más pequeño de todos.
En nuestro interior –respondió el anciano- hay dos lobos que continuamente están peleando.
¿También dentro de nosotros? – preguntó entonces otro niño.
Sí –replicó el anciano-, dentro de todos nosotros. Un lobo blanco y un lobo gris. El lobo gris está lleno de ira, miedo, rencor, envidia, celos, codicia y arrogancia. El lobo blanco está lleno de amor, paz, esperanza, valor, humildad, compasión y fe. Y los dos se pelean de continuo.
¿Y cuál de ellos gana? –preguntó entonces otro niño.
El lobo que alimentamos –concluyó el anciano.
¿Qué lobo alimentas mientras lees esto, el lobo blanco que alivia tu sufrimiento o el lobo gris que consume tu energía e intensifica tu dolor?”
Fuente: Burch, V. y Penman, D. (2016). Tú no eres tu dolor. Kairós, Barcelona.