Todos en el mismo barco…
«Cuando empezamos a ver claramente lo que hacemos,
cómo nos quedamos enganchados y nos dejamos arrastrar por los viejos hábitos,
nuestra tendencia natural habitual es utilizar eso como motivo para desanimarnos,
para sentirnos realmente mal con nosotros mismos.
En lugar de eso, podríamos darnos cuenta de lo extraordinario que es tener la capacidad de vernos con sinceridad,
de que hacer eso requiere valentía.
De lo que se trata es de ver cada vez más nuestra vida como una maestra, en lugar de como una carga.
Esto implica, básicamente, aprender a estar presentes,
pero se trata de estar presentes con sentido del humor,
de aprender a estar presentes con bondad amorosa hacia nosotros mismos y hacia la situación externa,
de aprender a regocijarnos por el ingrediente mágico de la autoreflexión sincera»…
«Aprender a estar presentes es la base para conectar con la calidez natural;
es la base para amarnos a nosotros mismos y también para la compasión.
Cuanto más estemos presentes con nosotros mismos,
más nos daremos cuenta de a qué nos enfrentamos todos.
Como yo, los demás sienten dolor y quieren dejar de sentirlo.
Como yo, intentan resolver esto de un modo que solo empeora las cosas»….
«Cuando vemos a otra persona quedarse enganchada y dejarse arrastrar,
en lugar de irritarnos automáticamente, tenemos más probabilidades de reconocer nuestra mismidad.
No hay duda de que estamos todos en el mismo barco,
y saber esto puede hacernos muy comprensivos»…
Pema Chödrön (2011). Libérate. Espasa, Madrid
Fotografía. @Fran.Garrido.Fotógrafo