«Que mi corazón esté siempre abierto a los pequeños pájaros»…
«Que mi corazón esté siempre abierto a los pequeños pájaros que son los secretos del vivir»… E.E. Cummings
Los pequeños pájaros y los secretos del vivir…
Pequeños, envueltos en lo cotidiano, en el vivir, en los sentidos…
Hoy he visto un grupo enorme de golondrinas. Hacía mucho que no las veía. Sí me tropiezo a diario con gorriones, mirlos… Disfruto mucho observándolos en sus saltitos a ras de tierra. Son compañeros y maestros en muchos momentos del día a día.
Las golondrinas estaban ahí en alto, apoyadas en un cable. Primero llegó una, pequeña, y luego, otra y otra… todo se llenó de golondrinas.
Todas equilibristas, sostenidas por el cable, juntas, al mismo tiempo que un poquito separadas, y también observando… Se mantuvieron así, en la quietud, mucho tiempo, y de repente, igual que llegaron, levantaron el vuelo, todas al mismo tiempo, llenas de vida…
Quizás estaban ahí otras veces, y no me di cuenta, distraída, sin prestar atención como a tantos aspectos que nos perdemos por no detenernos a contemplar lo que hay en ese momento… o quizás es que estaban recién llegadas… No sé… «Golondrinas», «mirlos», «gorriones»… escribiendo aquí, ahora mismo, me doy cuenta de que perdí una parte del disfrute de ese momento sumergida en las etiquetas, en los pensamientos, en el diálogo interior -son «golondrinas», «hacía tanto que no veía una», «estarán de vuelta, que es verano», «qué no se vayan,», «hacia dónde irán»…-
Y así es como tantas veces, más que estar conectados, viviendo el presente, estuviéramos «interpretándolo»… «pensándolo» más que «viviéndolo»…
Tendemos a etiquetar nuestra experiencia, viendo a través de un tamiz de conceptos, de interpretaciones, viviendo desde ellos, más que desde la realidad misma… Esto me gusta, esto no me gusta, esto es mejor que lo de ayer, esto me gusta mucho, que no se acabe… y etiquetando por los «nombres», esto se llama así y es así… Sin embargo, el «nombre» es solo un concepto, una categoría, es solo la denominación que le atribuimos a algo… De la misma manera que un nombre o una etiqueta no es lo que «somos» cualquiera de nosotros en este momento…
En la práctica de mindfulness, cultivamos el observar sin enjuiciar, sin etiquetar, simplemente observar, saliendo de lo conceptual, del pasado y del futuro, para entrar en la experiencia directa, en lo que nos llega a través de los sentidos, la puerta de entrada al presente, a la vida… Y así, abrir la posibilidad de disfrutar de la experiencia directa, sin el filtro de interpretaciones sobre la misma…
«Como el niño plantado que mira a una persona mayor que está haciendo algo que el niño no ha visto nunca antes. Así hay que mirar exactamente a los pájaros, no con los sentidos divididos y el pensamiento distraído, sino con la atención reconcentrada y recapacitando, y de ser posible, con asombro»… (S. Kierkegaard, citado al inicio de «Volar», 2015, selección de textos de Thoreau)
Y en esta tarde de agosto, al bucear entre libros, ahí estaba, «Volar», una edición preciosa de una selección de textos de Thoreau sobre la contemplación de aves. Es una edición dividida por fechas, y al avanzar hacia el buen tiempo, a inicios de un agosto de hace más de 150 años, ¡de nuevo aparecieron las «golondrinas»!
«4 de agosto de 1855.
Esta tarde, tras la puesta del sol, después de bañarme en la roca que hay en la isla, he visto una bandada formada por golondrinas comunes y también algunas golondrinas bicolores. Quizás hubiera otras especies, aunque estaba demasiado oscuro para distinguirlas. Han llegado volando sobre el río en una formación caótica y se han puesto a dar vueltas, formando un gran círculo sobre la bahía, a unos ochenta pies de altura, trisando con fuerza como si estuvieran buscando un lugar para descansar, y luego han echado a volar hacia el arroyo. Me ha asombrado la gran cantidad de golondrinas que había»…
Y de ahí surgió esta pequeña entrada sobre estos pequeños pájaros que están ahí a nuestro lado y que quizás tiene los «secretos del vivir». Si vuelven a cruzarse en el camino, quizás elegir, en ese momento, parar, conectar, y en lugar de «pensar» en un «mirlo», una «golondrina», un «gorrión»… conectar con lo real y simplemente «verlo»…
Foto. @Fran.Garrido.Fotografo
Referencias bibliográficas
Thoreau, H.D. (selección y edición Casado Da Rocha, A. y Foronda, J.I) (2015): Volar. Apuntes sobre aves. Pepitas de calabaza, Logroño.
"…no necesitamos el lenguaje como intermediario entre nosotros y el mundo, también podemos experimentarlo directamente…
Posted by En Presente on Tuesday, March 7, 2017